EL DINERO COMPRA MUCHAS COSAS

Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?
(Lucas 12:20)

Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.
Hechos 16:31

En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.
(Salmos 4:8)

porque yo soy Jehová tu sanador
(Exodo 15:26)

Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento;
Eclesiastés 12:1

El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, Y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.
(Proverbio 9:10)
PERO EL DINERO NO LO COMPRA TODO
El dinero puede comprar muchas cosas e incluso generar algunos momentos de placer y comodidad, sin embargo, todo esto es temporal, sólo la apariencia de felicidad.
Si pasas la mayor parte de tu vida persiguiendo dinero, descubrirás al final de tu carrera, cuando ya sea demasiado tarde, que has desperdiciado tu precioso tiempo en cosas vanas y perdiendo las cosas que realmente tienen valor.
El dinero puede satisfacer algunas de las necesidades de nuestro cuerpo, pero no puede satisfacer las necesidades de nuestra alma. ¡El único que puede suplir las necesidades de nuestras almas es Jesús! Jesús dijo: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.” (Juan 7:37, 38).
Este río de agua viva es el Espíritu Santo de Dios, que fluye desde dentro (tu interior) hacia afuera, y satisface las necesidades de tu alma. Por eso Jesús dijo: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.” (Mateo 11:38).
Si estás cansado de buscar algo que no encuentras, probablemente sea porque estás buscando en el lugar equivocado. El mundo y todo lo que hay en él es pasajero, pero Jesús nos da vida eterna. “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. […] Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” (1 Juan 2:15, 17).
Por tanto, deja de buscar en el mundo lo que sólo Jesús puede darte. “Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?” (Marcos 8:16)
Oración:
Señor Dios, perdóname por alejarme tanto de ti. Perdona mis pecados y mis malos caminos. Quiero conocerte, hablarme, entra em mi corazón. En esta oración te recibo, Jesús, como Señor y Salvador de mi vida. Amén.
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